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Esmorga abrió en Bueu (Pontevedra) en el año 2012 cuando todas las luces del escenario gastronómico gallego eran para una nueva generación de jóvenes chefs que comenzaban a despuntar con cocinas viajeras y creativas elaboraciones con sabores, aromas y texturas nuevas. Es por aquellos días que Iván y Tatiana se deciden a inaugurar Esmorga (que en español se podría traducir como cuchipanda) con una propuesta sencilla en su elaboración pero que por aquellos días cargaba con el estigma de comida fast food: rápida, casi de clase menor...

Naturaleza y gastronomía gallega se dan la mano como en pocos lugares en A Fervenza, un complejo de alojamiento y restauración ubicado en el municipio lucense de O Corgo, a unos 20 minutos de la capital provincial.
En la planta superior de una antigua cárcel, hoy transformada en centro cultural, el restaurante Musgo ofrece una gastronomía sin estridencias donde el sabor es el principal objetivo.
En el corazón rural de O Salnés, A Casa Pequena reinventa el espíritu del furancho con alma de tapería: cocina casera, vinos propios y sabor auténtico bajo la sombra de los árboles.

A escasos metros del Camino Francés a Santiago, en la localidad lucense de Sarria, se ubica Cinza e Lume, un restaurante que ha elevado sensiblemente la calidad gastronómica no sólo de la oferta local, sino provincial. Las claves son un servicio esmerado y cuidado por el mínimo detalle, tanto en el apartado meramente gastronómico como en todo lo que puede rodear la experiencia de ir a comer a un restaurante.