/ Espagueti y albóndigas

Del gazpacho de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ a los pasteles de carne humana de ‘Sweeny Todd', el cine nos ha dejado cientos de historias con la comida como protagonista.

El mejor orgasmo del cine, aunque sea fingido, no vamos a negarlo, transcurre ante dos sándwiches de pastrami en el deli Katz’s, de Nueva York, en la película Cuando Harry encontró a Sally, que hizo que este delicioso fiambre traspasara fronteras en 1989. Y es que este jamón de ternera, desconocido en Europa, forma parte del ADN de Nueva York.