Desde hace unos años se está notando en todos los países occidentales una creciente tendencia por intentar llevar una vida más sana y menos sedentaria. De ahí el aumento de practicantes de deportes, como correr, ir en bicicleta o la natación, entre otros.
El movimiento slow food es un fenómeno global que cada vez cuenta con más adeptos, impulsando el uso de productos ecológicos y de temporada y la comida sin prisas, valorando la calidad, el origen de las materias primas y la manera de cocinarlas.