Gastronómicamente, el municipio de El Prat de Llobregat (Barcelona) es sinónimo de dos cosas: por un lado, de alcachofas — la Carxofa Prat, de variedad blanca de Tudela, es suave pero gustosa, ya que se cultiva en una tierra particularmente fértil, la del Delta del Llobregat; por otro, del pollo ‘pota blava’ — una raza autóc