Matalaranya

Matalaranya, un bar vermutería en un entorno modernista
Matalaranya
Matalaranya
30 Noviembre, 2016
Laia Antúnez
No es solo la cafetería de la Casa de les Punxes, es un bar vermuteria que defiende su identidad y que ofrece tapas y platillos basados en la cocina de toda la vida. La confluencia entre la Diagonal y la calle Rosselló (Barcelona) tiene ahora dos sugerentes reclamos: el edificio modernista y la propuesta gastronómica del Matalaranya.

Hasta hace poco más de cuatro meses, los barceloneses desconocían el interior de la céntrica Casa de les Punxes, un edificio modernista proyectado en 1905 por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch. Su apertura al público ha sido una buena noticia por partida doble ya que también ha supuesto la inauguración de un nuevo espacio gastronómico de interés para la ciudad: el bar vermuteria Matalaranya. 

Ubicado en la planta baja de la casa, en la confluencia entre la Diagonal y la calle Rosselló, Matalaranya no quiere ser la típica cafetería de museo. Por eso, reivindica una identidad propia y busca convertirse en un establecimiento más del barrio. Su nombre se inspira en el poema Sant Jordi mata l'aranya de Joan Maragall y busca establecer una relación sutil con la Casa de les Punxes. La explicación la encontraréis a la fachada del edificio que está llena de símbolos que hacen referencia a Sant Jordi y a su leyenda, muy admirada por los artistas modernistas.

Barra o mesa

Su fórmula gastronómica responde a la de una vermuteria tradicional: tapas y platillos de toda la vida elaborados con productos locales y de calidad. En la barra reinan las conservas, las anchoas del Cantábrico, las gildas y las olivas, entre otros aperitivos, que siempre se pueden acompañar con una cerveza o un buen vermut. Pero si hay algo que seduce es su amplia oferta en banderillas. Las hay de oliva verde, boquerón y pimiento. Otras llevan oliva negra, pimiento rojo, boquerón, guindilla y huevo de codorniz. Incluso proponen una que combina queso feta, salmón ahumado y oliva negra.

Entre las tapas, no hay duda: la bomba es la estrella. Elaborada de manera tradicional, con carne picada y patata, sorprende por sus grandes dimensiones y por las salsas que la acompañan, de alioli y de chipotle ligeramente picante. Tampoco faltan otros clásicos de freidora como las patatas bravas, las alitas de pollo y los buñuelos de bacalao, que combinan con una salsa de miel y lima. Ni la ensaladilla rusa, que presentan en un vaso de vidrio, con las verduras separadas por capas y con la mayonesa a la parte superior. Se trata de remover, probar y disfrutar.

Calor de bar

En cuanto a los platillos, el Matalaranya apuesta por recetas típicas de la cocina catalana como los garbanzos con cap y pota y las albóndigas con sepia. Platos que no siempre se encuentran en una vermuteria. También hay platos con vocación más internacional como el ceviche de corvina y ají amarillo y el steak tartar de filete de ternera ecológica, y propuestas más contundentes como la pluma ibérica con crema de patata y cebollitas y el arroz meloso con gambas. 

Si queréis ir descubriendo poco a poco todos estos platos, acercaos a la Casa de les Punxes durante el mediodía. Cada día encontraréis un menú, que cambia de lunes a viernes, basado en los platos y tapas de la carta. Pero no hay que pensar solo en la comida. De hecho, en el Matalaranya podéis desayunar -pronto incorporarán los desayunos de tenedor-, cenar e incluso quedaros a hacer un cóctel nocturno. 

Caipiriña, mimosa, mojito, tequila sunrise... la carta, de momento, no es demasiado extensa pero irá creciendo. Sobre todo hacia la primavera, que será el momento idóneo para disfrutar de la pequeña terraza que abrirán a principios de año,  junto a la Diagonal y con unas inmejorables vistas de este emblema de la arquitectura modernista catalana.

Carrer del Rosselló, 260
Barcelona Barcelona
España

930 18 52 43
De domingo a miércoles de 12.30 a 15.30 h. De jueves a sábado de 12.30 a 23 h.

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