/ Croquetas

Esta hortaliza de invierno es tan versátil como deliciosa, y está presente en el recetario de una amplia variedad de regiones, desde la musaca griega al tumbet mallorquín.
La bomba de la Barceloneta es una de las tapas más populares de la capital catalana, y surgió en un intento de hacer una croqueta.
El bar Egurre cuenta en el Casco Viejo de Bilbao con una larga barra de pintxos muy solicitados, pero el principal reclamo del establecimiento son quizá las cazuelas de guisos tradicionales que prepara Raúl Gallo. El cocinero, curtido en concursos gastronómicos populares, satisface a su clientela con bacalao al pil-pil, rabo guisado, patas de cerdo, marmitakos y hasta un demandado arroz de txangurro.
El restaurante grancanario presume de una propuesta gastronómica divertida, ubicación privilegiada y un interiorismo que colecciona 'likes'.

El sancocho es una sopa típica de varios países hispanoamericanos que se hace guisando carnes, tubérculos, verduras y condimentos. Para hacer la bechamel de esta croqueta se usa el guiso de sancocho. Le da un sabor riquísimo y el resultado es una croqueta diferente a las demás. Como muchos de los platos de Bells Bar en San Sebastián, la receta es una fusión deliciosa de culturas.

A veces son las cosas sencillas las que nos enamoran. Y es el amor lo que pone en marcha proyectos chulos. En el caso de Bells Bar, las dos cosas son acertadas. Este bar-restaurante pequeñito ha nacido por amor y su carta enamora fácilmente a los clientes que se atreven a probar la apertura más reciente del casco antiguo de Donosti.

Con interior fundente y corteza dorada, estas croquetas de queso caseras son una delicia que combina lo mejor del sabor clásico con un toque moderno y adictivo.

Los caldos y cocidos suelen ser abundantes en carnes y verduras, y a menudo ponemos más de las que se van a consumir junto a la sopa para conseguir un sabor más intenso.

Conseguir unas croquetas líquidas no es tarea fácil: el proceso conlleva vigilar mucho la bechamel, equilibrar muy bien la receta, conseguir una fritura cuidadosa y no morir en el intento. En Dis Tinto Taberna, situada en la Calle Medinaceli de Madrid, estas croquetas líquidas se han convertido en su plato más vendido y en un icono de su oferta gastronómica