Uvedoble

Uvedoble, una taberna urbana en el centro de Málaga
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18 Octubre, 2022
Arantxa López

A los que nos gusta comer bien, no siempre nos gusta sentarnos a la mesa. Es más, cuando tienes la suerte de conocer al propietario de turno, suele apetecernos mucho sentarnos en la barra siempre que se pueda. Es así como tienes la oportunidad de que te lo cuenten todo en primera persona, bien desde la barra o bien aprovechando las salidas del cocinero. Algo así pasa en Uvedoble, en Málaga, donde hay un salón estupendo y una terraza que da a las faldas de la Alcazaba y el Teatro Romano y, aún así, la barra llama, porque es acogedora y un disfrute. De esto se ha encargado muy bien su propietario, Willy Orellana, un cocinero amante de su profesión al que le gusta dar de comer bien.

Willy se formó en La Cónsula. Es uno de esos hosteleros que se ha hecho a sí mismo. Poco a poco. Sin hacer pausas, pero tampoco teniendo prisas. Desde que estudiaba sabía que algún día tendría su propio restaurante y así ha sido. Después de su formación pasó por las cocinas de otros para terminar de aprender lo que sería su oficio. Comenzó en Calle Císter, entre la Catedral y el Palacio de la Aduana, en un local pequeñito y acogedor en el que si no ibas con mucho tiempo era imposible coger un trozo de barra o una mesa. Siempre ha tenido éxito, y está repitiendo la fórmula en un local cercano, más amplio y con más espacio, que sigue teniendo siempre lleno. ¿La razón? Que siempre es un acierto en cuanto a carta y formato.

Uvedoble ha sido fiel a su filosofía desde que abrió. Es lo que llevó a esta taberna urbana a tener el reconocimiento de su clientela y es lo que no ha cambiado en estos años: tapas, medias y raciones que estén muy buenas y se puedan compartir. Por supuesto, el buen producto es la base fundamental de todo. Sin estridencias, ni pretensiones, todo lo contrario, sabes lo que comes y en muchos platos esa técnica actual de hoy día o algún ingrediente con el que fusionar culturas, pero solo de forma testimonial, porque aquí lo que vas a encontrar es cocina con sabores tradicionales, pero donde Willy da un paso más allá de lo puramente clásico. La fórmula le ha funcionado tan bien que hay clientes que van casi a diario a comer allí.

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A día de hoy tienen más de 50 platos en la carta, pero, como en todos los restaurantes, hay un pódium de no más de cinco que los clientes repiten una y otra vez. Estos musts de Uvedoble son, sin duda, su ensaladilla rusa con gambas (fue elegida la mejor de Málaga en un concurso celebrado en 2018), el brioche de cochinillo, que acompañan con un alioli hecho de su propio jugo, y el mini kebab, que fue su plato elegido para una ruta de la tapa de hace algunos años y tuvo tanto éxito que tuvieron que meterlo en la carta. Por supuesto, hay otros como el morrillo de pez espada en manteca colorá o las croquetas caseras de jamón ibérico que da igual el día que pases por allí, pero los tienes que pedir sí o sí.

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Con el nuevo local, Willy Orellana ha ampliado sus instalaciones y, por supuesto, su barra, donde tiene una zona de mesas altas en la que compartir cualquiera de sus platos como, por ejemplo, su ajoblanco con caballa e higos, brevas cuando es temporada. La mezcla de sabores está muy conseguida y como entrada es algo a tener en cuenta. También le ha servido su nueva localización para proponer a sus clientes nuevos platos como las navajas a la plancha con aliño de soja y lima, eso sí, poco toque de plancha, solo un poquito para sacar mucho sabor al producto.

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Como tapas más contundentes, está el ravioli relleno de puerro, setas y gambas, que va acompañado de gazpachuelo, o el camperito de ventresca, mayonesa de wasabi que le da un puntito picante muy acertado, huevo frito y pimientos. Todo para comer con las manos, por supuesto. El taco de pulpo con parmentier y chorizo picante también está en la lista de imprescindibles de este local, al igual que la mini pizza con manzana, queso de cabra y foie o sus famosos tacos de ropa vieja, con su carne deshilachada y hecha lentamente.

Para terminar, por supuesto, no te puedes ir sin postre. Todos están muy ricos, de eso no cabe duda, pero ahora que estamos en temporada el que tienes que degustar en su hojaldre de mango Finca La Señorita con helado de vainilla. Es como una tarta de manzana, pero hecha con láminas muy finas de mango, y la sirven templadita. La tienen solo en estos meses en los que el mango está en todo su esplendor, así que es ahora o ya el año que viene.

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Desde luego que para probar su medio centenar de opciones de carta te harán falta varias visitas, pero estamos seguros de que si no conocías Uvedoble vas a querer volver, y si lo conoces, pero aún no has visitado su local actual vas a querer hacerlo lo antes posible. ¡Que aproveche!

C/ Alcazabilla, 1
Málaga Málaga
España

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