Cal Mut

Cal Mut, un canto de amor al producto de proximidad
Cal Mut
Cal Mut
26 Septiembre, 2022
Anna Mas
Un canto de amor a Blanes y al producto de calidad y de proximidad. Así es Cal Mut, el restaurante con el que el prestigioso chef Harry Wieding ha querido volver a sus orígenes. Y el resultado no puede ser mejor.

Blanes vio crecer al chef catalano-alemán Harry Wieding. Y a la ciudad gerundense decidió volver para iniciar esta nueva aventura gastronómica. Cal Mut abrió sus puertas durante la Fiesta Mayor, toda una declaración de intenciones, en julio de 2021, con un objetivo muy claro: ofrecer un muy buen producto de proximidad sin enmascararlo, manteniendo su esencia, con todas las posibilidades que ofrece la brasa a través de las excepcionales parrillas vascas Josper.  

Nacido en Alemania, con solo cinco años Harry Wieding llegó a Blanes, la ciudad natal de su madre y en la que vivían sus abuelos. Allí descubrió los pequeños placeres de la vida mediterránea, como ir a pescar o buscar setas, que le han marcado para siempre. Además, su madre abrió un restaurante, el Sausalito, y a partir de los 12 años, empezó a pasar su tiempo libre en la cocina donde, acompañado de su abuelo y su madre, aprendió muchísimo. 

chef

Diez años más tarde decidió volar e inició un periplo que le llevó por todo el mundo y le permitió trabajar con muy buenos profesionales en algunos de los restaurantes más reconocidos de la época, como el Estrella de Plata en el Pla de Palau de Barcelona o en la cocina del Hotel Mercer, en el gótico también barcelonés.  

terraza

Una vez decidido que quería volver a casa, descubrió que en Blanes, a pesar de ser un importante puerto de mar, no existía un lugar para comerse un buen pescado tal como a él le gusta. Y allí mismo, en su barrio de toda la vida, concretamente en la popular plaza Verge del Vilar encontró un local con una encantadora terraza que se traspasaba y decidió abrir Cal Mut, acompañado de Ariadna Manresa, la jefa de sala y su mano derecha. 

ostras

En Cal Mut ofrece una cocina basada en el producto km 0 de verdad, que fomenta la tradición de la gastronomía y garantiza que cada plato sea auténtico y respetuoso con el entorno, además de ayudar a dinamizar la economía local. Esta filosofía ha dado como resultado una serie de platos que han enamorado a una clientela cada vez más fiel, como los tomates al horno con espuma de manchego y jerez, un canto de amor a los tomates cherry de allí mismo, de la Baixa Tordera, una de las zonas con más campos de cultivo de Cataluña; las ostras Guillardeau a la brasa con agua de Lourdes; la sorprendente col a la brasa con mayonesa de kimchi o los boletos a la brasa con tupinambo y papada ibérica Arturo Sánchez, una auténtica delicia. 

plato

“Cuando abrimos”, comenta Harry, “al ver la brasa, la gente pedía carne, sobre todo chuletón, que sí, es fantástico. Pero poco a poco han descubierto que la brasa ofrece otras muchas posibilidades, y ahora también triunfa el pescado y el marisco (el rodaballo, las gambas...) y la verdura, que queda muy bien”. Un buen ejemplo de plato sencillo con buen producto del Cal Mut es el cogollo a la brasa, con cream fresh, caviar de trucha y eneldo.

Además, el chef siempre va variando la carta según lo que encuentra en el mercado. “Si a media tarde voy a la subasta del pescado en el puerto y encuentro alguna pieza que me gusta, lo incorporo a la carta. O viene el payés con unos tomates recién cosechados, y los ofrezco enseguida. Me gusta cocinar en función del producto que voy encontrando”. De esta espontaneidad culinaria surgió el que se ha convertido en uno de los platos estrella de la carta: la focaccia con tartar de gambas de Blanes, un plato tan sencillo como delicioso, con pocos ingredientes muy bien seleccionados: gamba, huevos ahumados de arenque, limón, cebollino, un toque de pimienta de Espelette, aceite y sal.  

plato

Los postres también son un festival para los sentidos. Desde el tradicional coulant de avellana al innovador Drácula by Paco Guzmán (en homenaje al cocinero del restaurante Santa Maria del Born barcelonés), elaborado con frambuesas ecológicas de Brunyola, espuma de Coca-Cola, crema de vainilla y peta zetas, pasando por los higos chumbos “que viva México”, osmotizados con tequila y acompañados de crema de lima quemada, helado de chocolate amargo, emulsión de lima y tomillo y un gel de guindilla y anís. Y en temporada, no podemos olvidar las fresas Charlotte de Quim Ginesta con un praliné de almendra, almendra garrapiñada y sopa de vainilla, ¡porque son realmente inolvidables! 

El restaurante abre todos los días, mediodía y noche, de martes a domingo en horario de verano, y de miércoles a domingo, también mediodía y noche, en horario de invierno. La terraza, muy concurrida con el buen tiempo, resulta muy acogedora también cuando hace frío. En Cal Mut no ofrecen menú diario pero se puede disfrutar de una auténtica experiencia gastronómica y de una carta realmente excepcional por unos 40-50 euros.  

Fotos: Martí Artalejo

Plaça Mare de Déu del Vilar, 2-3
Blanes Girona
España

/ Otros De Mercado.

/ Te gustarán.