Basea
Basea
7 Octubre, 2020
Inboga
Cuando cruzas el umbral del restaurante Basea en Valencia aprecias al momento que hay algo de mágico y distinto en este lugar. Impregna el ambiente un olor familiar, que te hace sentir como si estuvieras en casa, y que te retrotrae a momentos especiales: la niñez, la casa de los abuelos, los veranos interminables, las quedadas con amigos… Porque Basea es mucho más que un restaurante, es un espacio donde disfrutar de las pequeñas cosas y degustar producto, un buen producto sin artificios elaborado con una fórmula secreta: calma y cariño a grandes dosis.

Jesús Gor y Borja Parellada son los artífices de este proyecto tan especial que es, sin lugar a dudas, una de las inauguraciones más esperadas de la capital valenciana. Ellos se conocieron hace más de 12 años cuando ambos eran estudiantes de la Escuela de Hostelería Hofmann, ubicada en la calle Basea de la ciudad condal (de ahí el nombre del restaurante). Y allí hicieron tan buenas migas que empezó a rondarles la idea de poder montar juntos un negocio gastronómico. Ambos evolucionaron y se desarrollaron en diferentes proyectos y restaurantes de envergadura hasta que les llegó el momento. Un momento que tuvo que esperar, ya que su inauguración estaba prevista para el día 13 de marzo cuando la crisis sanitaria del Covid19 obligó a cerrar todas las persianas. 

Borja y Jesús

Su carácter paciente, algo visible tanto en el trato personal como en su cocina, les hizo superar esa difícil situación y poner de nuevo toda la carne en el asador, nunca mejor dicho, para su apertura el pasado mes de junio. En apenas tres meses, no solo el barrio del Ensanche valenciano, sino toda la ciudad, cuentan con un lugar de referencia para comer “productazo” a la brasa. Una forma de cocinar nada sencilla ya que tal y como explica Jesús Gor “el que manda es el fuego, no el cocinero. No hay distancia entre los dos y tampoco dos fuegos iguales. Es todo un mundo que tanto Borja como yo hemos aprendido a apreciar desde que éramos niños”.

 

Puerros

Sobrasada, chistorra, puerro, papada, pimientos del piquillo… ingredientes sencillos que se transforman en auténticas delicias a manos de estos magos de las brasas. Sándwich brioche de papada ibérica acompañado de mahonesa, trufa y rúcula; mollete a la brasa de sobrasada de cerdo negro de Mallorca y miel de la Sierra de Espadán; puerros asados con salsa holandesa y trufa de verano o los pimientos de piquillo a la brasa con pil pil de su jugo, son sólo ejemplo de la esencia nacional de su carta. Sin olvidar tampoco las carnes de Discarlux y los pescados frescos de temporada. Estamos pues ante un "producto sin disfraz" que se elabora con el perfume de la madera escogida: sarmiento para la carne y encina para el pescado.

Besugo

Una carta como dice Borja “muy suya y alejada de las modas” donde han intentado plasmar la personalidad y gustos de ambos, siendo ellos mismos los encargados de seleccionar una a una todas las referencias de vino y también los quesos que componen su ya famosa tabla. Y de queso precisamente es su postre estrella: tarta de queso al horno con mermelada fina de cerezas. 

En Basea el producto es la clave y la brasa el elemento que te hace sentir como en casa. Una conjunción que tiene que rozar la perfección para sorprender al comensal y estos dos cocineros lo consiguen y con creces. Desde Gastronosfera solo nos queda animaros a que visitéis este templo de la brasa y que disfrutéis de la experiencia tanto como Jesús y Borja lo hacen de su cocina. 

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